El Foro de Periodismo Argentino (FOPEA) repudia los hechos violentos que sufrieron periodistas en San Salvador de Jujuy y en la Ciudad de Buenos Aires y exige a los dirigentes y manifestantes garantizar la integridad de los trabajadores de prensa, así como la posibilidad de realizar su tarea sin hostigamientos.
En Jujuy, un equipo periodístico de Canal 2 y Jujuy al Momento, compuesto por la periodista Judith Girón y el camarógrafo Alejandro Muñoz, sufrió la explosión de una bomba de estruendo mientras cubría la marcha gremial en la capital provincial.
Muñoz recibió el impacto en su cuerpo por lo que debió se trasladado al Hospital San Roque; ahora su situación es estable. El medio denunció que la bomba habría sido arrojada de manera intencional hacia donde se encontraba el equipo periodístico, hecho que deberá ser investigado por la Justicia. Cabe destacar que en las cercanías de este episodio había otras personas -entre ellos periodistas- que se vieron afectados por la explosión.
A esto se suma el intento de manifestantes de hacer caer un dron del diario El Tribuno que estaba siendo manejado por Ignacio Igarzábal.
En diálogo con FOPEA, el periodista denunció que al dispositivo le tiraron un botellazo y dos bombas de estruendo con la intención de tirarlo abajo y que, cuando se identificó como trabajador del medio, recibió insultos.
En la Ciudad de Buenos Aires, en tanto, mientras esperaba para entrevistar a Luis D’Elía, la periodista de Radio Mitre, Mercedes Ninci fue escupida, golpeada e insultada por militantes kirchneristas que habían ido a acompañar a la ex presidenta Cristina Kirchner durante su declaración en los tribunales de Comodoro Py. Por momentos, militantes la rodearon y le llegaron a quitar el celular, que luego recuperó. La periodista comentó que mañana hará la denuncia en la comisaría de la zona.
Una situación similar de hostigamiento padeció el periodista Iván Pérez Sarmenti, de la cadena CNN, quien fue rodeado por militantes que desplegaron cánticos en favor de Telesur y del kirchnerismo. Posteriormente mientras cubría la movilización en Avenida de Mayo Sarmenti fue abordado por militantes, uno de ellos se le colgó del cuello y otros patearon la cámara, la cual cayó al piso.
La semana última, FOPEA presentó su informe de Monitoreo de Libertad de Expresión 2016, en el que se evidenció un claro descenso en los ataques a la prensa con respecto a años anteriores. Por eso, estos hechos de hoy resultan preocupantes a la luz de la tendencia positiva y de mayor tolerancia hacia el trabajo periodístico que se observó en los últimos meses.
FOPEA se solidariza con cada uno de los trabajadores de prensa que recibieron ataques y alerta sobre esta situación que no debe volver a repetirse. A la vez, solicita a la dirigencia gremial y a los manifestantes de todos los sectores –cuyo derecho a expresarse es inobjetable– que sean respetuosos de la prensa.
Nuestra organización recuerda que los periodistas están realizando su trabajo, más allá de las líneas editoriales que puedan tener las empresas en las que se desempeñan.
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