Recientemente, el municipio de Bahía Blanca reformuló el diseño de su sitio Web oficial y alteró el modo de acceso a su sistema de compras y contrataciones, implementado en septiembre del año 2000 a través del programa denominado “Control Activo”, dispuesto por la ordenanza en vigencia Nº 11.162.

Los datos están visibles e incluso la nueva página Web posee mayor cantidad de información que antes, pero no se debe confundir el concepto de “visibilidad de datos” con el de acceso a la información. En este caso puntual, la colocación de un captcha (mecanismo que obliga a la persona que ingresa al sistema a colocar un código para acceder a los datos) impide que los motores de búsqueda detecten esa información y la incorporen a su base de resultados.

Además, la información referida a pagos a proveedores venía siendo utilizada desde mediados del año pasado por el sitio Web Gasto Público Bahiense (GPB) para reportar, sobre la base de agrupación de variables, la evolución de los egresos del municipio. Éste se constituyó en material de consulta habitual por parte vecinos, organizaciones de la sociedad civil y periodistas de la ciudad. Los cambios de referencia afectaron a GPB, impidiendo su actualización.

Autoridades municipales fundamentaron que el captcha mejora la seguridad de los servidores informáticos que utiliza el organismo para administrar su información, argumento que fue puesto en duda por Manuel Aristarán, creador y administrador del sitio Gasto Público Bahiense. “No podemos permitir que estos muchachos (por los responsables de GPB) accedan a través de un robot informático a nuestra base de datos” declaró a la prensa de Bahía Blanca el contador Ramiro Villalba, secretario municipal de Economía y Hacienda, desconociendo, primero, que el sitio GPB fue declarado de interés municipal por el Concejo Deliberante y que la información contenida en la base de datos del municipio le pertenece a los contribuyentes y no a quienes ocasionalmente la administran.

Por otra parte, la nueva Web no asigna un enlace permanente a cada orden de pago, como tampoco a cada ordenanza municipal. Esto hace que los medios digitales se ven impedidos de usar enlaces para la redacción de hipertextos, indispensables en el proceso de documentación periodística.

Asimismo, se observó que la información presupuestaria anual está volcada en archivos pdf que sólo permiten su lectura ó impresión, no así otros permisos para el uso de los datos públicos, que están vedados.

Para analizar la situación, FOPEA consultó al experto en Informática ingeniero Ricardo Brom, cuyaconclusión fue que los recientes cambios en la página web del municipio bahiense dificultan la captura de la información. “Seguramente Google y otros motores no van a dedicar personas a ingresar manualmente el captcha para que pueda hacer el reconocimiento de éste y de millones de sitios en el mundo que lo utilizan, pero en cuanto GPB lo publique en su sitio Google estará en condiciones de reconocer esa información y añadirla a sus registros. En consecuencia los ciudadanos dependen de una iniciativa privada y voluntaria, lo cual en términos de transparencia, impacta negativamente en materia de acceso a la información pública” señaló Brom.

Acción de Fopea: Investigó el caso y se pronunció públicamente