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FOPEA ante el recambio institucional en el país

FOPEA ante el recambio institucional en el país

Ante el recambio institucional en el país, el Foro de Periodismo Argentino (FOPEA) reitera su compromiso inquebrantable con la vigencia de las libertades de prensa y de expresión, con un periodismo ético y honesto cuyo valor sea siempre la búsqueda de la verdad.

Nuestro país cierra un año traumático desde lo político, lo económico y lo social y el ejercicio del periodismo no es ajeno a las consecuencias de ese deterioro. Quizá por ese contexto de hostilidad e intolerancia, la libertad de expresión se ha visto muchas veces amenazada o vulnerada. Colegas de diferentes puntos del país fueron víctimas de actos de censura y de agravios y muchas veces esos ataques tuvieron como responsables a actores centrales de la vida pública. Funcionarios nacionales, provinciales y municipales, legisladores, empresarios, operadores judiciales y militantes aparecen en el listado de agresores contra periodistas y medios de comunicación. No es casual, entonces, que nuestro Monitoreo de Libertad de Expresión ya relevó en lo que va de 2023 un 20% más de casos que el año anterior.

La sensibilidad del momento histórico, el avance de la desinformación mediante la anarquía, la falta de rigor y chequeo de las redes sociales y la crisis de la industria obligan a recuperar el clima de armonía y de cordura para el debate público. De la misma manera, el estado de crispación que atraviesa el país exige del periodismo que privilegie la información rigurosa y respetuosa de los estándares éticos que se brinda al público antes que la difusión de posicionamientos políticos y personales. Hoy más que nunca la sociedad necesita que se garantice el acceso a la información pública y para cumplir ese derecho es fundamental que se facilite el trabajo de la prensa. Por eso insistimos con la necesidad de que se regularice la realización de conferencias de prensa: los funcionarios deben responder sobre los asuntos de interés público. No se trata de un beneficio o privilegio de los periodistas, sino del mecanismo más objetivo, plural y federal para que los responsables de la cosa pública comparezcan ante la comunidad.

Necesitamos medios vigorosos, fortalecidos e independientes. Frente a esta realidad económica, FOPEA ratifica su postura en favor de la existencia de medios públicos no gubernamentales, que apunten a respetar la libertad de expresión y el derecho a la información de los ciudadanos.

Somos conscientes de que los medios estatales han sido utilizados en el país y en muchas ocasiones como medios de propaganda política de una facción, dejando de lado el pluralismo que deberían garantizar. Su función originaria es servir a todos los ciudadanos, fomentar una comunicación abierta, diversa y respetuosa para fortalecer la democracia. Dar espacios a propuestas culturales y educativas, con una función social irremplazable por un medio de comunicación privado.

Desde luego, que el financiamiento principal provenga del Estado no debería ser un impedimento para que los medios públicos sostengan esas propuestas, como se ha visto en Argentina con mayor aceleración en este último tiempo. Por el contrario, implica un mayor compromiso con la vocación social y la pluralidad que deben sostener. Ejemplos a nivel mundial de buen funcionamiento de medios públicos sobran.

En un contexto de creciente desinformación, los medios públicos pueden y deben cumplir un rol determinante en la construcción de audiencias más críticas y mejor formadas, con inclusión y equilibrio de voces. FOPEA realizó en 2021 una investigación que da cuenta de que tres cuartas partes de la Argentina tienen serios problemas de acceso a la información, carecen de medios locales, o cuentan con condiciones débiles para el ejercicio del periodismo. Es decir, en el 75% del territorio no hay información de calidad y los habitantes de esos lugares tienen deficiencias para informarse sobre asuntos de interés público que afecta a sus comunidades.

Sin medios locales independientes y fiables, la desinformación crece y la sociedad cuenta con menos opciones para tomar decisiones. Así, una obligación del Estado es adoptar medidas para fortalecer a los medios de comunicación públicos y privados.

Además, deben garantizar el federalismo. En un país donde la toma de decisiones está tan centralizada, los medios públicos deben reflejar el pluralismo y la diversidad de voces existentes en la sociedad, porque manejan recursos de todos los ciudadanos. Con la compleja geografía argentina, donde en muchas localidades no llega internet, los medios públicos como radio Nacional o TDA representan la única fuente de información para esas comunidades.

Un periodismo federal equipara el valor de los asuntos de interés de los ciudadanos de una provincia o de otra, sin importar su lugar de residencia. Hoy, la realidad nos muestra que esos medios pueden tener alcance nacional, pero su contenido no siempre es federal. Si los medios públicos se limitan a replicar los anuncios del Gobierno nacional o a sostener una programación centralista, incumplen con su función y resultan onerosos.

La Comisión Interamericana de Derechos Humanos (CIDH) ha dicho en reiteradas ocasiones que cuando se obstaculiza el libre debate de ideas y opiniones se limita la libertad de expresión y, en consecuencia, corre riesgo la consolidación y el desarrollo de la democracia. En ese marco, el rol del periodismo es insustituible. Frente al comienzo de nuevo ciclo institucional, solicitamos a las autoridades nacionales y subnacionales respetar, hacer respetar y asegurar la libertad de expresión y de prensa y el acceso a la información pública.

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