Luego de registrar la represión a manifestantes por parte de los efectivos
Palacio relató a FOPEA que comenzó a sacar fotografías cuando vio que los agentes de seguridad golpeaban a manifestantes. Fue entones cuando le gritaron: “No nos saques fotos”, y lo comenzaron a perseguir sin lograr alcanzarlo. A los pocos minutos, el fotógrafo volvió al lugar para explicar a los gendarmes que estaba dispuesto a borrar las imágenes, pero fue allí cuando lo detuvieron y subieron a una camioneta de la fuerza, en la cual lo tuvieron varias horas dando vueltas, mientras lo golpeaban y amenazaban con “tirarlo al Riachuelo”. Los golpes se los daban en la nuca y en otras partes del cuerpo. También lo obligaron a borrar todas las imágenes de la tarjeta de memoria de la cámara.
En un terreno baldío al cual Palacio no logró reconocer, lo bajaron, lo volvieron a golpear en la nuca y luego le sacaron todo su equipo de trabajo (flashes, memorias, lentes, baterías, etc.), además de su teléfono celular. Uno de los golpes le produjo un principio de ahogamiento, y uno de los oficiales tuvo que facilitarle un inhalador. “Hasta ese momento pensé que me iban a matar”, dijo Palacio a FOPEA. Minutos después lo volvieron a subir a la camioneta, le tomaron sus datos, y le dijeron que si hacía público el episodio lo volverían a buscar. Lo bajaron de la camioneta, y cuando Palacio comenzó a caminar, los gendarmes le tiraron una rueda de camión tirada en el baldío.
Cuando los gendarmes se retiraron, Palacio salió del lugar y, tras caminar unos metros, vio a unos niños que le informaron que estaba en la localidad de Wilde, provincia de Buenos Aires. Ya en la madrugada del 31 de diciembre logró regresar a su domicilio y sus padres lo llevaron a un centro de salud, donde fue atendido durante cuatro horas, recibiendo analgésicos y calmantes para calmar sus dolores y el estado de shock con el que llegó a su hogar. Los médicos que lo atendieron constataron que su cuerpo tenía varios hematomas y le colocaron una férula en el brazo izquierdo.
Ese mismo 31 de diciembre la madre de Palacio, Gabriela Flores, realizó la denuncia correspondiente en la Fiscalía de la localidad de Avellaneda, provincia de Buenos Aires. El 3 de enero Palacio declaró nuevamente en la Fiscalía y reconoció que no tiene testigos, aunque varios de los vecinos que estaban manifestándose increparon a los gendarmes cuando lo llevaron detenido.
Sergio Berni, secretario de Seguridad de la Nación, dijo a FOPEA que las acusaciones de Palacio “son totalmente falsas”, y que “Gendarmería presentó una denuncia ante el Juzgado Federal para que sea ese fuero investigue los hechos relacionados con la supuesta agresión a Palacio”. Además, Berni señaló que al enterarse del caso, ordenó de inmediato la realización de un sumario interno en la Gendarmería, para deslindar responsabilidades y eventualmente aplicar la máxima sanción posible a los responsables del ataque. “Si fuera cierta la acusación, una agresión así sería inadmisible, de la misma manera que me resulta inadmisible la falsa denuncia de un ciudadano”, agregó. “Nadie sabe quién es esta persona, no hay testigos ni cámaras del hecho denunciado, las personas de la municipalidad de Avellaneda que acompañaron a la familia a hacer la denuncia sospechan fuertemente de la falsedad del testimonio, y además, la denuncia no tiene lógica, ya que por qué habría de molestarle a la Gendarmería que un camarógrafo los fotografíe mientras responden al ataque de un grupo de borrachos”.
Según Berni, Gendarmería presentó la denuncia por injurias para que el juez federal investigue el grado de veracidad de las acusaciones que hizo Palacio. “Si el juez concluye que hay uno o más gendarmes responsables de la agresión, entonces serán sancionados con todo el rigor que corresponde a un hecho tan grave. Sin embargo, si se comprueba que la acusación es falsa, el que será sancionado es el denunciante, que a nuestro criterio está haciendo una acusación mendaz, porque no hubo ningún secuestro”, dijo Berni a FOPEA. Sin embargo, consultado por FOPEA si no se sintió en la obligación de contactar a Palacio para escuchar su versión de los hechos, el secretario de Seguridad dijo que no le hizo falta porque no le adjudica el menor grado de veracidad a la historia que cuenta el joven.
Acción de Fopea: Investigó el caso y se pronunció públicamente