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Fue sobreseída periodista acusada penalmente por pintar graffittis

Claudia Acuña sostiene que el hostigamiento se debió a sus denuncias sobre una red de prostitución que funciona bajo el control y la amenaza de algunas autoridades

El proceso judicial a Claudia Acuña, de la Revista Mu y del sitio lavaca.org duró un año y medio.

Se inició cuando la artista boliviana María Galindo pintó en las plazas de la ciudad un graffiti con una denuncia: “El Fuero Contravencional es la coima policial”, como parte de un encuentro sobre intervenciones callejeras organizado por la Universidad de Nueva York. Acuña relató a Fopea que las medidas abusivas de la justicia fueron explicadas por ese hecho pero ella cree que se fundamentan en sus investigaciones sobre una red de prostitución en Buenos Aires que, según pudo constatar, funciona bajo el control y la amenaza de autoridades.

La jueza contravencional de la ciudad de Buenos Aires, Natalia Molina de Harrington, consideró que los grafittis escritos en Plaza Once y Tribunales, denunciando coimas policiales, constituían la infracción de “ensuciar bienes”. Según publicó el sitio de la periodista el proceso incluyó la orden de la fiscal de apostar personal policial durante tres días en la puerta de su casa; el pedido de un informe “socio-ambiental profundo” de la imputada por parte de la jueza; la consideración de que el hecho representaba un delito mayor –“daño agravado”- por lo que debía actuar la justicia penal; el pronunciamiento de la Cámara de Apelaciones devolviendo el expediente a ese fuero; el dictamen de la Defensora del Pueblo de la Ciudad, Alicia Pierini, denunciando abusivo todo el proceso; el reiterado consejo de la defensa pública de que la imputada acepte su culpa firmando una “probation”; la designación de un abogado defensor que recién tuvo en sus manos la causa a las 15 horas del día anterior al inicio del juicio. A esto se le suma un año y medio de tareas de inteligencia sobre sus movimientos y el de las personas que accedían a su casa y a su lugar de trabajo, muchas de ellas trabajadoras sexuales que colaboran en sus invesigaciones.

Tras minutos de iniciarse el juicio y ante las contradicciones de los testigos, la causa quedó sin pruebas y la jueza resolvió la absolución de la acusada.

Acción de Fopea: Investigó el caso

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