FOPEA homenajeó a Gabriel Michi por la tarea en los tribunales y los medios para que se esclarezca el crimen de José Luis Cabezas. 25 años después, sus amigos y familia siguen buscando justicia.
Michi se convirtió en uno de los principales motores de la búsqueda por la verdad de aquel atroz crimen, el peor ataque contra la libertad de expresión desde el retorno de la democracia que buscó silenciar al periodismo. A 25 años de aquel día FOPEA reconoció la incansable tarea de Gabriel en los tribunales, los medios y la calle para que a lo largo de un cuarto de siglo José Luis Cabezas siga presente.
Gabriel Michi es un insensate caminante. Era la dupla de José Luis Cabezas en Pinamar aquel 25 de enero de 1997 cuando el reportero gráfico fue secuestrado, golpeado y asesinado por un grupo de delincuentes y policías por ordenes de Alfredo Yabrán. Desde entonces el peregrinar de Gabriel por justicia no cesó ni un minuto.
La ausencia de José Luis Cabezas
Pero Gabriel marca que la tragedia más grande son los vacíos que dejó la ausencia de José Luis tras su asesinato. El pasado 20 de noviembre nació el primer nieto de Cabezas, cuatro días después, el 24, Cabezas habría cumplido 60 años.
“En estas postales de la vida es donde uno dimensiona lo que es la tragedia humana de un crimen de estas características. Un crimen que le privó a toda una familia de poder compartir y disfrutar de esos momentos. Para Agustina, la hija más grande de Cabezas, el día a día es doloroso porque son esos días comunes donde más intensamente siente esta ausencia, la de su papá, al cual pudo conocer solamente seis años de su vida. José luis era mi compañero, era mi amigo y sé lo que disfrutaba él de su familia, lo que adoraba a esa familia”, cuenta Michi.
Durante el homenaje que FOPEA realizó el pasado 21 de enero, Gabriel también recordó al talentoso reportero gráfico que era José Luis Cabezas: “Era un profesional increíble porque tenía particularidad de poder combinar en una misma persona todo lo que tiene que ver con la fotografía artística y las cualidades de un reportero gráfico de batalla, que necesita de la capacidad de poder sacar esa instantánea en ese momento preciso porque es única, como es la foto de Alfredo Yabrán”.
La unidad del periodismo, un caso único en el mundo
Sobre los días posteriores al asesinato, Michi recuerda la unidad que generó en el periodismo: “Una cosa que fue impresionante del caso fue la respuesta del periodismo, de los colegas de todos el país, que tomaron esta bandera desde el primer día. También los medios de comunicación como empresas, que decidieron que este tema fuese tapa durante muchos meses y fuese el tema principal de los noticieros de radio y televisión. De los reporteros gráficos, que convirtieron a José Luis en un ícono, y es el día de hoy, 25 años después, que van con sus bolsos a todos lados con la figura de José Luis colgada”.
Paula Moreno, presidenta de FOPEA, aprovechó la oportunidad para marcar que a José Luis le arrebataron lo principal, que es la vida “para destruir la libertad y para destruir la expresión. No sólo se limitaba lo que pretendíamos decir o mostrar, sino que se intentaba sembrar el terror y promover la autocensura que es el peor golpe a la actividad periodistica. Hacer bien el trabajo periodístico siempre molesta. Lejos de callar sólo lograron arrancar gritos y presencia”.
Si el periodismo no calló fue porque también encontró un enorme respaldo en la sociedad. Según Michi el caso Cabezas es único en el mundo ya que no hay un país en el planeta en tenga tantos recordatorios o munumetos a un periodista: más de 70.
“Colegas de los lugares más castigados del mundo en más de una oportunidad me han dicho: ‘Si nosotros hubieramos hecho el 10 por ciento de lo que ustedes hicieron con José Luis quizá no tendríamos que lamentar tantos muertos’, me lo ha marcado Pancho Santos, periodista colombiano que estuvo secuestrado tres meses por Pablo Escobar Gaviria. Me lo han dicho colegas mejicanos, el país más peligroso del mundo para ejercer periodismo”, aclara Gabriel.
Al respecto, Paula Moreno reflexiona que la unidad del periodismo es un desafío de estos tiempos: “Estamos viendo desde FOPEA que los años pasan y los ataques a la libertad de expresión se suceden, las formas se van modificando pero el nivel de daño sigue siendo muy importante. Unos de los principales desafíos de este presente es por supuesto luchar contra los ataques contra la libertad de expresión, pero el otro gran desafío es hacerlo unidos, con mucha memoria, con más y mejor periodismo. Por lo menos desde FOPEA estamos convencidos que es la única manera de desterrar la impunidad”.
Renovado pedido de justicia en el caso de José Luis Cabezas
Pese a que el caso de Cabezas encontró justicia y se logró condenar a los autores materiales e intelectuales del asesinato, Gabriel remarca que este 25 aniversario del crimen los encuentra con un pedido renovado de justicia. Todos los involucrados en la causa (civiles y policías) recibieron condena perpetua.
“Después, un fallo vergonzozo del Tribunal de Casación de la provincia de Buenos Aires redujo la condena de los asesinos. Luego, por el 2×1 y la buena conducta terminaron cumpliendo un tercio de su condena y están todos libres. Son un peligro para toda la sociedad”, explica Michi.
Pero lo que más preocupa a Michi es que el asesino de Cabezas, el policía Gustavo Prellezo, se recibió de abogado y está esperando una habilitación para ejercer: “Estamos lidiando junto con la familia de Cabezas para que no le den la matrícula como abogado a Prellezo, quien fue habilitado por el Colegio de Abogados de la Capital Federal para ejercer pese a que los estatutos lo prohiben para una persona con una sentencia con terminar de cumplir”.