Desde El Foro de Periodismo Argentino lanzamos la campaña Hostigar al periodismo no borra los hechos en defensa del derecho a la información.
La iniciativa surge porque a través de nuestro Monitoreo de Libertad de Expresión detectamos cómo en los últimos años los ataques a la prensa se han intensificado.
En esta campaña contamos cómo funcionan los ataques a la prensa con casos emblemáticos, en los que periodistas han sido atacados por tratar temas claves y sensibles (como corrupción o narcotráfico).
En este contexto de creciente hostilidad hacia la prensa, queremos resaltar que hostigar al periodismo no borra los hechos, y que defender la libertad de expresión y de prensa es una manera de defender y fortalecer la calidad democrática, la transparencia y el derecho de cada ciudadano a estar informado.
Hostigar al periodismo no borra los hechos, pero la violencia se incrementa
Como organización de periodistas, entendemos que el buen periodismo pregunta, investiga, facilita el diálogo y permite la crítica al poder.
Cuando el periodismo es atacado, silenciado o desacreditado, se socava la confianza pública y se debilita el derecho fundamental de la ciudadanía a recibir información plural y veraz.
Sin información de calidad, la capacidad de cada uno para tomar decisiones libres e informadas queda severamente limitada, y concientizar sobre esto es el corazón de nuestra campaña.
La afirmación no es caprichosa, el Informe Anual 2024 del Monitoreo de Libertad de Expresión reveló que la libertad de expresión en Argentina se encuentra tensionada, condicionada y hostigada “con una intensidad inédita”. En 2024 detectamos 179 casos de ataques al periodismo, lo que implicó un aumento del 53% respecto a 2023 y del 103% en comparación con 2022.
El principal ataque es el discurso estigmatizante proveniente desde las más altas esferas institucionales, siendo el Presidente de la Nación Javier Milei responsable directo de más de estas agresiones.
Esta campaña es necesaria para concientizar sobre la importancia de una prensa libre, pero también para alertar por el notable incremento de agresiones a la prensa que venimos registrando en 2025.
Hasta el 10 de septiembre, llevamos registrados 220 agresiones a la prensa, de los cuales 111 provienen del Presidente en forma de discurso estigmatizante.
En 2024, la situación se agravó por el decreto 780/2024, que limitó el acceso a la información pública.
En 2025, la medida cautelar dictada por un juez civil federal Alejandro Patricio Maraniello que prohibió la difusión de audios atribuidos a la secretaria general de la Presidencia, Karina Milei, fue un acto de censura previa, del que prácticamente no hay registro desde el retorno de la democracia en Argentina.
Hostigar al periodismo, una estrategia del poder para evitar la crítica
Con nuestra campaña reflejamos que hostigar al periodismo cuando es crítico es una práctica que ha sido recurrente el tiempo y por eso trabajamos en contar casos en los que colegas han sido desacreditados por corre el velo.
El caso de las valijas sin control en Aeroparque:
El periodista Carlos Pagni reveló el ingreso de valijas sin control aduanero en un vuelo privado de un empresario cercano al gobierno. Aunque el vocero presidencial desmintió la información y trató de operador al periodista, la Justicia confirmó que diez bultos eludieron el control por “decisión expresa y directa del personal aduanero”. La causa hoy está bajo investigación.
El programa Periodismo Para Todos destapó una megacausa de lavado de dinero y desvío de fondos públicos por Lázaro Báez, empresario cercano a Néstor y Cristina Kirchner. Por el trabajo periodístico se abrió una causa judicial federal que determinó que Báez lavó cerca de 60 millones de dólares entre 2010 y 2013.
El periodista Jorge Lanata fue desacreditado por el kirchnerismo luego de publicar la investigación. Eso incluyó una denuncia por “daño contra el honor” de Cristina Kirchner contra Jorge Lanata.
Urribarri y una megacausa en Entre Ríos:
El periodista Daniel Enz de la revista Análisis destapó el uso de recursos estatales para negocios privados por el exgobernador Sergio Urribarri. Sus investigaciones fueron fundamentales para la apertura de la causa penal que culminó con la condena de Urribarri a ocho años de prisión.
Luego de la condena, Urribarri denunció a Enz por espionaje, solicitó acceso a sus llamadas, en una clara maniobra de SLAPP, que busca utilizar el litigio público para silenciar al periodismo.
Narrar la violencia narco en Rosario:
En Rosario, el periodismo que cubre el narcotráfico trabajó mucho tiempo bajo amenaza constante. Carteles amenazantes como “Vamos a matar a periodistas” y amenazas de muerte a periodistas como Germán de los Santos (quien debió vivir con custodia) evidenciaron el riesgo de informar sobre el crimen organizado.
Estos casos reafirman que los hechos, una vez expuestos por el periodismo, prevalecen sobre los intentos de ocultamiento. Hostigar al periodismo no borra los hechos, sino que atenta contra el derecho de todos a saber.
El rol esencial de FOPEA en la defensa del periodismo
FOPEA, como organización de la sociedad civil, está dedicada a la reflexión, el diálogo, la promoción del periodismo de calidad y la defensa de la libertad de expresión en Argentina. Nuestra misión es asegurar un ambiente donde periodistas y medios informen con integridad y sin censuras. La libertad de expresión es un pilar democrático que FOPEA busca fortalecer para la rendición de cuentas, la justicia y el progreso nacional.
El Monitoreo de Libertad de Expresión es nuestra herramienta clave, única en el país. Detecta y denuncia públicamente las limitaciones a la libertad de prensa, desde agresiones físicas o amenazas directas, hasta formas más sutiles de ataque, entendiendo que estas vulneran el rol central del periodismo en democracia.
Ayudanos a defender tu derecho a estar informado visibilizando y compartiendo casos de https://monitoreo.fopea.org