A raíz de una nota publicada sobre la Fundación Atlas
Los periodistas Roberto Caballero y Carlos Romero, de la revista Veintitrés, habían sido demandados por el reportero José Benegas por una suma de 200 mil pesos, pero la acción fue rechazada por la Sala E de la Cámara Civil, en la Ciudad de Buenos Aires. El tema en cuestión fue una nota publicada en 2008 titulada “Fundación Buitre”, que hacía referencia a la Fundación Atlas, de la cual Benegas era miembro. El texto, que estaba ilustrado con fotos en las que el denunciante aparece con los represores Martínez de Hoz y Julio Cirino, calificaba a la mencionada Fundación como “sociedad secreta de represores, políticos y economistas que apuesta a la catástrofe”.
Según fuentes periodísticas, Benegas explicó en la causa judicial que “sus relaciones se han limitado a recibir un premio a la valiente defensa de la libertad (junto a personalidades como Jorge Fontevecchia, por ejemplo), a publicar un libro sobre ‘Pensadores de la Libertad’ y a dictar alguna conferencia gratuita aislada”.
Frente al rechazo de la Sala E de la Cámara Civil por la causa, Benegas fue obligado a pagar las costas del juicio, dado que, según los jueces que trataron la demanda, quedó demostrado que las expresiones vertidas en la revista no son falsas. “Sin perjuicio que pueda considerarse desafortunado su título (“Fundación buitre”) y de la subjetiva valoración que le merezca a cada uno de los lectores la persona de quienes según el autor integrarían la ya mentada fundación, lo cierto es que, al menos en lo que se refiere a Benegas, no resulta ni falaz ni agraviante”, resumieron los jueces, al rechazar la demanda.
El tribunal civil consideró, además, que “si bien (Benegas) no integraba estrictamente la fundación como empleado remunerado, sí colaboraba y tenía cierta vinculación con ella, en el sentido de unión o atadura de persona o cosa con otra. Por tanto, en la medida que no contiene términos injuriosos o agraviantes o falsos con relación a la persona del demandante, ni se lo ha ligado a institución ilegítima, sino con una que sustenta y difunde ideas liberales que en sí mismas nada de malo representan y que podrán o no ser compartidos por el lector, la conclusión a la que aquélla llegara no podrá ser modificada, por lo menos en relación con este punto en cuestión”.
Además, los camaristas sentenciaron: “Si bien aparece como algo sensacionalista la afirmación de la intención de los integrantes de la fundación de ‘apostar a la catástrofe’, lo concreto es que no guarda ninguna relación con el contenido de la nota, donde más que nada se nota una tendencia crítica al pensamiento liberal que los convoca, sin que se advierta la denuncia de un plan ‘golpista’, más allá de la mención a la convocatoria a la población a los ‘cacerolazos’ que, de por sí, ha quedado demostrado que no son ‘desestabilizantes’, sino una expresión pública y pacífica de descontento”.
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