By Periodistas argentinos y extranjeros expresaron su disgusto por las trabas y el silencio de las delegaciones que asistieron al encuentro. Advirtieron además que el desprecio al rol de los reporteros revela una tendencia de los mandatarios a un aislamiento de la sociedad.
FOPEA –organización que reúne a más de 100 periodistas de todo el país– y la Asociación de Corresponsales Extranjeros expresan su preocupación por el manejo informativo cerrado de la mayoría de las delegaciones presidenciales que asistieron a la IV Cumbre de las Américas.
Si bien la organización de la Cumbre instaló uno de los mejores centros de prensa que jamás se hayan visto en este tipo de encuentros, el mismo estaba aislado completamente de los líderes y de la información. Las transmisiones de la televisión estatal en algunas ocasiones llegaron sin audio o con audio selectivo.
Las extremas medidas de seguridad impidieron por completo el acceso de la prensa a las deliberaciones así como el contacto directo con cancilleres y presidentes. Las entrevistas pautadas con anterioridad en general no fueron cumplidas y no hubo portavoces que informaran del desarrollo de las discusiones.
La mayoría de los presidentes se negó a contestar las preguntas de los periodistas y apenas tres de ellos se sometieron a una conferencia de prensa. Al finalizar el encuentro entre los presidentes de Argentina y Estados Unidos, la delegación de la Casa Blanca estaba dispuesta a que su presidente respondiera preguntas, pero la delegación argentina se negó.
La conferencia de prensa del presidente de Venezuela comenzó con dos horas de retraso, fue un largo monólogo en el que la respuesta a la primera pregunta se prolongó por casi una hora y media y los guardias impidieron retirarse a algunos colegas por razones de seguridad.
Esto marca una tendencia al aislamiento de los líderes y al desprecio del trabajo de los periodistas. Desde FOPEA y ACE llamamos a la reflexión a los dirigentes del continente para que acepten el trabajo de la prensa como una forma de enriquecer la comunicación con la sociedad. En una democracia los medios de comunicación garantizan la libertad de información de los ciudadanos.
