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¿Puede ser Tinder, la aplicación de citas, una herramienta para periodistas?

¿Puede ser Tinder,  la aplicación de citas, una herramienta para periodistas?

Compartimos la traducción de este artículo* escrito por el periodista norteamericano Kevin McElwee: 

Hace algunas semanas, tenía curiosidad sobre cómo la gente de (la isla del pacífico) Guam reaccionaba a las amenazas nucleares de Corea del Norte. Desde un café en Washington, DC, recurrí a Tinder.

“Sí, mucha gente está enojada. Incluso en otras islas, especialmente en Saipan”, me dijo Edward, un estudiante de 22 años de la Universidad de Guam. Saipan, como uno podría adivinar, es uno de los vecinos del Pacífico de Guam. “Algunas personas quieren irse”, continuó, “pero tienen trabajos, y tienen a sus familias y no se irán simplemente por una amenaza que ni siquiera puede suceder”.

Frank, de 32 años, habló sobre la fe: “Es una isla predominantemente católica, por lo que muchas personas empezaron a rezar”. Le pregunté si la falta de influencia política de Guam había jugado un papel importante en sus preocupaciones. “Todo este intercambio de egos molestaría a cualquiera, supongo. Los líderes deberían encontrar determinación en lugar de agregarle leña al fuego”.

Ky, una asistente médica de 24 años, parecía imperturbable. Me dijo: “francamente, no estoy preocupado ni un poco”.

Mi perfil de Tinder incluía una foto profesional y decía: “Soy periodista, ¿puedo hacerle algunas preguntas?”. Miré rápidamente por varios perfiles, hice Macht con algunos y simplemente comencé a hablar. Por supuesto, algunas personas con las que conversé, más tarde admitieron que pensaban que lo del “periodista” era una estrategia de conquista. Pero empecé cada conversación explicando mis intenciones y confirmando si se sentían cómodos para ser usados como fuente de consulta on the record. En una hora, hice algunos amigos nuevos y una idea general sobre las preocupaciones de la isla.

¿Es esto periodismo? Yo creo que sí.


Pasé el verano informando para The GroundTruth Project en Rusia, y originalmente había usado Tinder para encontrar personas de habla inglesa en Moscú y San Petersburgo. Después de hacerme amigos con algunos lugareños, me di cuenta de que Tinder podría ser una herramienta útil para los periodistas. Al regresar a los Estados Unidos, tuve un grupo de amigos por correspondencia rusos que felizmente ofrecerían su perspectiva sobre los acontecimientos actuales.

Aunque puede ser atípico, Tinder es un recurso prometedor para los periodistas que, de lo contrario, podrían llegar a un callejón sin salida.

¿Qué es Tinder? Tinder es una aplicación de citas. Los usuarios crean un perfil y luego miran los perfiles de otras personas; si deslizas un perfil hacia la derecha significa que si querés hablar con la persona. Si ambas personas coinciden, lo que se conoce como Macht, se puede comenzar una conversación. Los usuarios establecen las preferencias de género, edad y ubicación. No hay nada en los términos de servicio de Tinder que sugiera que la aplicación no puede usarse legalmente como herramienta periodística. De hecho, Tinder Inc. se anuncia a sí misma como algo más que una aplicación de citas. Sus directrices comunitarias simplemente prohíben las estafas, el spam, el acoso y la inadecuación; y según su sitio web, Tinder “ayuda a los usuarios de todo el mundo para crear nuevas conexiones”.
Tinder tiene usuarios en más de 190 países. Su característica “Pasaporte” les permite a los usuarios conocer gente de casi cualquier parte del mundo. Estás en Nueva York, pero ¿querés entender cómo se siente un parisino sobre el presidente francés Emmanuel Macron? ¿Deseás reforzar un artículo rápidamente con una cita de un local?
Por supuesto, los periodistas deben aplicar estándares éticos a su uso de Tinder como lo harían con cualquier otra plataforma: ser sincero acerca de sus propósitos, estar al tanto de las estafas de phishing y examinar sus fuentes. Algunas consideraciones, sin embargo, son exclusivas de esta aplicación de citas.

Un uso sesgado

Configura tu ubicación o radio de alcance en Moscú, hacé coincidir tu búsqueda con hablantes de inglés y pregunta por Putin. Pronto descubrirás que, contrariamente a las extensas encuestas, un número sorprendente de rusos parece ser crítico con el líder autoritario. No te has topado con una conspiración; simplemente no tienes la historia completa. Tinder te relaciona con jóvenes moscovitas de habla inglesa, una población considerablemente más propensa a ser escéptica de Putin.

Al menos en los Estados Unidos, Tinder es usado principalmente por jóvenes solteros; los hombres son más propensos a deslizarse hacia la derecha; las personas más pobres tienen menos probabilidades de tener acceso a teléfonos inteligentes; y debido a la configuración del género en la búsqueda de perfiles, probablemente solo tendrás acceso a la mitad de los usuarios (ya que los usuarios eligen los perfiles que ven según su orientación sexual). La lista de consideraciones continúa, pero independientemente de ellas, no puede esperar una imagen completa. Nadie que use la aplicación es un ciudadano verdaderamente “aleatorio”.


Respeto por la privacidad de todos
El periodismo mediante la aplicación de citas se ha evaluado antes, y los periodistas deberían ser especialmente cautelosos en la búsqueda de fuentes en Tinder. Un periodista que trabaja para Daily Beast utilizó una aplicación de citas gay, Grindr, en los Juegos Olímpicos de Brasil 2016. El colega fue directo, solo reveló que era periodista cuando se le preguntó, y no dejó en claro que estaba usando uso de la app con fines profesionales. Finalmente escribió un artículo sobre eso. Como consecuencia, publicó las preferencias sexuales de varios atletas olímpicos, poniendo a algunos en serio peligro en su país. Luego se disculpó.

El artículo de The Daily Beast tenía muchos problemas; era insensible e ignorante. “No seas insensible e ignorante” es una regla que los periodistas pueden usar como respaldo; sin embargo, al usar Grindr hay que tener en cuenta que las aplicaciones de citas se tratan como un lugar casi privado y en este caso para que los miembros de la comunidad LGBTQ se encuentren.

Aunque la frase “soy periodista, ¿puedo tener tu nombre completo?” es lo último que una persona quiere escuchar en una plataforma de citas, la la lección del Daily Beast es ser sinceros. si bien se puede llegar a espantar potenciales fuentes y hacerlas sentir incómodas, ser completamente transparente es primordial. Si no quieren hablar con vos o ser citados en tu nota, no es necesario que lo hagan.

Para los usuarios en general, Tinder suele ser un lugar discreto para conocer gente. La suposición inicial es que, incluso si uno se presenta como periodista, se está utilizando la aplicación por motivos personales y románticos. A diferencia de otras redes sociales, un reportero tendrá que hacer sus intenciones especialmente claras.

No conozco ninguna publicación importante que use abiertamente aplicaciones de citas para encontrar fuentes, quizás por esta razón. Si soy un hombre y si cito a mi fuente como “Joseph Johnson, de 25 años, un hombre de Tinder”, es posible que inadvertidamente haga salir del armario a Joe. ¿Qué pasa si cito a una mujer que casualmente está casada? Dado que a los periodistas a menudo nos gusta decir dónde encontramos a una fuente en particular, deberíamos dar un paso más para confirmar que una fuente se siente cómoda siendo citada en una nota en la que se indique que fue por medio de Tinder. Pese a esto, la aplicación todavía puede ser muy útil para entrevistas anónimas.

Ética
He usado Tinder como una aplicación de citas; pero estrictamente he separado mis Machtes de trabajo y los privados, para salir. Nunca he entrevistado o citado a alguien con quien he hablado románticamente, y viceversa.

Usar Tinder para fines periodísticos introduce un montón de emociones en las entrevistas, incluso si tomás precauciones y explicás tus intenciones. Independientemente de la propia orientación, tu entrevistado, hombre o mujer, puede haberse sentido atraído por tu perfil por razones románticas. Se bebe establecer una distinción entre las personas con las que puedes coquetear y las personas para entrevistar. Al abrir Tinder, debes saber qué sombrero llevas puesto.

Es cierto que la aplicación no facilita esa parte. No se puede ordenar sus coincidencias, lo que significa que los periodistas deben estar especialmente atentos.

Información limitada
Ayudé a cubrir las protestas de Charlottesville con The GroundTruth Project, pero antes de ir, usé Tinder para hablar con personas del lugar. Desafortunadamente, aprendí muy poco de mis breves entrevistas. Las personas que no estaban involucradas solo sabían lo que ya estaba en las noticias, y los manifestantes parecían estar comprometidos.

Pude obtener una visión reflexiva: “Es sorprendente que antes la gente se escondía detrás de una máscara, pero en el clima actual no hay temor de mostrar su verdadera cara”, dijo Hasni, de 51 años. Sin embargo, en general, no aprendí nada de lo que no se informó.

Pronto lo descubrí: Tinder no es Twitter. No puedo esperar actualizaciones instantáneas; pero para conversaciones más sustanciales antes o después de eventos como Charlottesville, puede ser una plataforma útil.

Beneficios únicos de Tinder
A pesar de los inconvenientes y las dificultades que presenta Tinder, yo diría que vale la pena para un periodista.

Twitter y Facebook son convenientes cuando sabes a quién estás buscando, pero la configuración de privacidad a menudo evita las conversaciones rápidas con personas al azar. Mientras tanto, Tinder te conecta exclusivamente con personas que quieren hablar, lo que significa entrevistas más perspicaces. A diferencia de Twitter y Facebook, Tinder requiere una confirmación de número de teléfono. A pesar de que existen, las cuentas ficticias son más raras que en las redes sociales, lo que significa encontrar menos callejones sin salida.

Tinder está lejos de ser perfecto; pero puede ser una herramienta útil siempre y cuando los periodistas mantengan sus estándares éticos habituales, contextualicen sus entrevistas y sean conscientes de los temas sobre la privacidad.

*Este artículo es una adaptación y traducción realizada por FOPEA “Dating app Tinder can be a tool for journalists” 

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