Los modelos digitales de publicación han impulsado la creación de nuevas plataformas que ayudan a los periodistas a aprovechar al máximo el contenido interactivo y las herramientas innovadoras de storytelling.
En el periodismo de hoy, escribir bien ya no es suficiente. Contar historias debe tener efectividad visual e interactividad, una lección que el Oxpeckers Center for Investigative Environmental Journalism incorporó en un proyecto reciente que investiga los derechos de la tierra y la propiedad, titulado Kruger’s Contested Borderlands.
La periodista ambiental sudafricana Fiona Macleod, presidenta de Oxpeckers, reunió a periodistas, tecnólogos, diseñadores y expertos multimedia en el evento Reporting Land Rights, celebrado en Sudáfrica. Allí compartió los métodos que el equipo empleó para desarrollar el proyecto.
“Se están trazando reservas a lo largo de la frontera mozambiqueña con el Parque Nacional Kruger para crear una zona de amortiguación contra la caza furtiva de rinocerontes y elefantes”, dijo. “Sin embargo, las comunidades desplazadas dicen que en realidad se trata de una apropiación de tierras por parte de extranjeros ricos, con la ayuda de funcionarios corruptos”.
El equipo decidió investigar. La periodista mozambiqueña Estacio Valoi llevó a cabo la investigación inicial, que pronto se convirtió en un esfuerzo colaborativo producido por Oxpeckers en asociación con Code for Africa, AfricanDrone y la Red Africana para el Periodismo de Investigación (ANCIR). Contó con financiamiento del Pulitzer Center on Crisis Reporting y la Fundación Bill y Melinda Gates, con el apoyo del Centro Internacional para Periodistas (ICFJ, por su sigla en inglés).
“En Kruger’s Contested Borderlands combinamos fotoperiodismo drone, videos, imágenes satelitales, visualizaciones de datos, fotografía fija y texto”, contó Macleod.
La pieza también se tradujo al portugués para alcanzar una audiencia más amplia, especialmente dentro de Mozambique.
Después de completar un proyecto tan grande, que involucró a distintas organizaciones e individuos, Macleod compartió las lecciones aprendidas durante el proceso en este post.
Para terminar la historia, el equipo utilizó Shorthand, una plataforma para presentar proyectos de periodismo multimedia que incluyen videos, imágenes, texto y más. BBC, The Guardian, The Telegraph, Business Insider, Time, LinkedIn y la Fundación Thomson Reuters suelen utilizar Shorthand para publicar piezas que incorporan múltiples elementos multimedia. La herramienta online está diseñada para narradores digitales, editores y marcas, y puede ser aprovechada por equipos periodísticos de todo el mundo que deseen ofrecer historias visualmente impactantes.
El becario ICFJ Knight Jacopo Ottaviani, director de desarrollo y editor de datos de Code for Africa, dijo que la herramienta permite a los usuarios crear historias digitales de largo formato, incluso si no cuentan con conocimientos de programación.
“Aconsejo Shorthand a la hora de hacer reportajes en profundidad que necesiten ser acompañados por fuertes componentes multimedia, como videos, mapas, fotos y visualizaciones de datos”, dijo. “Puede, además, funcionar con otras herramientas digitales. En Nigeria, en colaboración con The Punch, también usamos Shorthand para el Shifting Sands project“.
Steve Sapienza, productor principal del Pulitzer Center on Crisis Reporting, también utiliza regularmente Shorthand, a la que describe como una herramienta fácil de usar y una forma visualmente impresionante de presentar una historia periodística.
“No todas las historias son apropiadas para Shorthand”, aclaró Sapienza. “Periodistas y editores deben considerar qué activos audiovisuales y qué tipo de historia tienen entre manos antes de plantearse utilizar este recurso”.
Las imágenes no solo necesitan ser fuertes sino que deben complementar el diseño y el potencial de Shorthand. Las piezas que tienen una línea de tiempo o viajes también son buenas candidatas, así como las que contienen mapas o gráficos de datos.
“Shorthand también es útil para investigaciones largas, especialmente cuando se vinculan artículos que contienen múltiples locaciones, como una historia del Financial Times que apoyamos sobre inversiones en tierras“, dijo.
Sapienza también cree que Slumscapes, de Thomson Reuters Foundation, funciona bien en Shorthand. El proyecto utiliza imágenes de drones tomadas por Johnny Miller para exponer las disparidades entre ricos y pobres.
El periodista de Malawi Lameck Masina usó Shorthand por primera vez para hacer una historia larga, combinando videos sobre temas de derechos de la tierra. Coincidió en que la plataforma digital es fácil de usar, pero también cree que es muy costosa.
“Probé la versión de prueba gratuita de Shorthand y me pareció muy interesante y útil. Me gustan las opciones integradas que permiten compartir los proyectos en las redes sociales. Pero seamos sinceros, esta herramienta no es para quienes tienen los bolsillos vacíos”, dijo.
En efecto, con un plan inicial de US$20 al mes, Shorthand no es una herramienta barata. Antes de decidir invertir en ella, los usuarios pueden probarla de manera gratuita.
Ottaviani recomendó aplicaciones alternativas basadas en la web como Steller, que puede usarse para obtener resultados similares.
Este artículo fue publicado originalmente por IJNET