Con cinco millones de habitantes y una superficie algo mayor a la provincia de Buenos Aires, Finlandia es un país líder en la acción climática y en la transición hacia una economía circular basada en la reducción, reutilización y reciclado. Aquí un recorrido por las innovaciones y tendencias del país nórdico en cuya capital, Helsinki, se llevó a cabo el Foro Global de Economía Circular.
Gabriela Ensinck, periodista freelance y socia de FOPEA / Enviada a Finlandia por invitación de ese país a un socio de nuestra organización.
La limpieza, el orden, la arquitectura que mezcla un estilo nórdico, con construcciones modernas y solemnes edificios art nouveau sorprenden en la primavera de Helsinki. La capital de Finlandia ofrece en esta época del año una luminosidad potente hasta altas horas de la noche y el canto de los pájaros que habitan sus parques y el puerto, sobre el Mar Báltico.
Aquí se llevó a cabo, del 30 de mayo hasta el 2 de junio, el Foro Global de Economía Circular, una iniciativa que esta joven democracia europea (Finlandia se independizó de Rusia en 1917, y antes había pertenecido al reino de Suecia) lanzó en 2017, con la celebración de su primer centenario.
Durante cuatro días tuve la oportunidad de participar (junto a periodistas de China, Sudáfrica, Arabia Saudita, Marruecos, Emiratos Árabes, kazakhstan, India y México) de este foro global organizado por el gobierno finlandés y la Fundación Sitra . Allí se discutieron las innovaciones y tendencias en torno a la actual crisis socioambiental.
Sólo el 7% de la economía global es circular y esta proporción viene decreciendo (era 9% en 2018). Esto significa que más del 90% de todos las materias primas que se extraen de la naturaleza y los bienes que se producen en el mundo terminan en la basura, agravando
la contaminación, la pérdida de recursos naturales y la emisión de gases responsables del cambio climático. El dato surge del reporte sobre la Brecha Circular (Circularity Gap Report) presentado durante el Foro Global de Economía Circular.
Pero no sólo de problemas ambientales se habló en este foro, sino también de soluciones, dado que Finlandia es uno de los líderes en establecer un plan de acción hacia la economía circular. Esto es el diseño de productos que puedan ser reusados o reciclados al final de su vida útil, y el desarrollo de nuevos biomateriales para distintas industrias (textil, construcción packaging) que reemplacen al plástico o a otros materiales no renovables cuya extracción genera contaminación y/o depredación de la naturaleza.
“El mundo enfrenta hoy las problemáticas del Cambio Climático y la pérdida de biodiversidad y los países se comprometieron a reducir sus emisiones en el acuerdo climático de París en 2015 y a conservar el 30% de los ecosistemas terrestres y oceánicos para 2030 en la cumbre de Biodiversidad de Canadá el año pasado”, señaló durante la apertura del Foro de Economía Circular Jyrki Katanien, ex primer ministro de Finlandia y presidente de la Fundación Sitra. “Para preservar el 70% restante de nuestro planeta debemos pasar la actual economía lineal a un modelo económico circular”, sostuvo.
Soluciones circulares
Ubicado en el centro de Helsinki, Nolla (cero en Finlandés) es un restaurante “zero waste”. Cada detalle en este local gastronómico busca reducir al mínimo los residuos y la huella ambiental: vajilla hecha con material reciclado o comprada en comercios de segunda mano, mantelería de tela que es reutilizada y un menú basado en productos de estación y locales. Las porciones son justas, para evitar el desperdicio de alimentos. Y si algo sobra, se puede llevar en envases compostables o se dispone en una compostera, que convierte los residuos orgánicos en abono y también en energía. Nolla tiene un costado social: el local emplea a personas en vulnerabilidad (jóvenes sin experiencia laboral, adultos mayores, personas con discapacidad, migrantes) y les brinda capacitación.
A pocos minutos del centro de Helsinki, visitamos Nihtisilta un verdadero megashopping de productos usados y de segunda mano. Se trata de un emprendimiento público-privado (con participación mayoritaria del municipio), donde se pueden comprar todo tipo de producto usados (indumentaria, calzado, muebles, electrónicos, productos de bazar, libros), pero en perfecto estado y a precios muy convenientes (desde uno o dos euros). Aquellos productos que no logran ser vendidos, pueden ser retirados gratis o son donados a instituciones o personas en vulnerabilidad.
Hoy existen en Finlandia 12 locales de este tipo, abastecidos por las donaciones de los ciudadanos que desean reducir su huella ambiental, y a la vez deshacerse en forma responsable de los objetos que ya no necesitan.
Una ciudad circular
Kera es una “ciudad circular” que se está construyendo en las afueras de Espoo, a 20 kilómetros de Helsinki. Se trata de un proyecto que comenzó este 2023 y se desarrollará durante la próxima década.
La futura urbe está pensada bajo el concepto de economía circular: edificios sustentables (construidos con biomateriales y energéticamente eficientes), espacios flexibles. Un sistema que prioriza el transporte público, bicicletas y movilidad eléctrica y que además busca atraer a compañías innovadoras y a personas que prioricen un estilo de vida con bajo impacto ambiental.
Mientras dure la construcción de las viviendas e infraestructura básica, aprovechando las instalaciones de un antiguo centro de logística, está funcionando un mega centro de deportes, arte, cultura e innovación, con espacios de uso público y techados para actividades deportivas (en esta parte de Finlandia puede hacer 20 grados bajo cero en invierno). También es un hub de empresas innovadoras.
InnoGreen es una de las startups que ya funciona en Kera. Su negocio es generar soluciones urbanas sustentables para la eficiencia energética, la captura de carbono y la producción de alimentos. Para esto diseñan paredes y techos verdes, con plantas ornamentales y comestibles que además capturan carbono.
Hyperion Robotics es una startup tecnológica dedicada a la producción de biomateriales de construcción basados en residuos forestales y agrícolas mediante impresoras 3D. La empresa produce estos materiales en mini-fábricas operadas por brazos robóticos que reducen el consumo energético y emite 30 veces menos CO2 que la producción convencional de hormigón y concreto . La firma tiene convenios con varias compañías internacionales de infraestructura y construcción, como la argentina Techint.
En tanto, Infinited Fiber convierte los residuos textiles en nuevas fibras para la industria, y actualmente es proveedora de marcas líderes como Adidas y Zara .
“La industria textil es una de las cinco más contaminantes del mundo, y también está relacionada con el trabajo esclavo. A partir de reconvertir la basura textil en materia prima estamos transformando la industria de la moda, porque no hay necesidad de extraer recursos naturales y emplear químicos para fabricar nuevas fibras textiles, ya que se pueden obtener a partir de la ropa usada”, comentó Kirsi Roine, co-directora de la firma.
Experiencia inmersiva
La visita a Finlandia incluyó un tour guiado por la Helsinki a bordo de un tranvía eléctrico (una de las formas de transporte público más populares aquí), y una cena de bienvenida en el restaurante Savotta, uno de los más antiguos y tradicionales de la ciudad. Allí conversamos con Kerstin Stendhal, enviada especial para el Cambio Climático, y Anne Vasara, embajadora para la Economía Circular, ambas del ministerio de Relaciones Exteriores finés.
También recorrimos junto al grupo de periodistas el Parque Natural Haltia y tuvimos la oportunidad de hacer una caminata por el bosque y experimentar la tradición finlandesa de tomar un baño sauna, con chapuzón en un lago helado (entre 10 y 13 grados).
Asimismo, recorrimos el centro de tratamiento de residuos áridos de Remeo, una firma que utiliza robótica e inteligencia artificial para la gestión de desechos industriales, comerciales y de la construcción.
Visitamos la Universidad de Helsinki, donde conversamos con el climatólogo Dmitri Moiseev, director del laboratorio de Radares Facultad de Ciencias Exactas, sobre el estudio y medición de fenómenos climáticos, y subimos al radar experimental que está instalado en la cúpula de la Universidad.
Finalmente, la calidad del sistema educativo es uno de los puntos fuertes de Finlandia, y para conocer un poco más tuvimos la oportunidad de asistir a una clase de nivel inicial
en la escuela pública Neulanen, cuya maestra y alumnos (de entre 5 y 6 años) nos contaron sobre el aprendizaje de temáticas ambientales como el consumo responsable y la separación de residuos, a partir de cuentos y juegos, y una metodología de aprendizaje basada en las aventuras de seis zorros que representan los objetivos de desarrollo
sostenible de la ONU (como la conservación de los océanos, la equidad de género y la producción sustentable de alimentos).
Todas las actividades y recorridas estuvieron organizadas y supervisadas por Rim Mezian y Anu Lehtinen, coordinadoras de Comunicaciones del ministerio de Relaciones Internacionales de Finlandia, siempre dispuestas a ayudar para que esta experiencia resultara enriquecedora para todos los periodistas.
Fue un viaje intenso, en el que cada uno de los participantes aprendimos, intercambiamos conocimientos, experiencias y opiniones, y en el que se forjaron amistades y relaciones que perdurarán en el tiempo.