Al verificar el proceso electoral mexicano vía WhatsApp, uno de los grandes desafíos es la difusión de noticias falsas. Las noticias se distribuyen en intercambios cerrados y cifrados, lo que hace imposible saber cómo se propagan o cuántas personas las están viendo. La información falsa no solo llega a los usuarios como texto, sino como imágenes y memes. WhatsApp es también, por lejos, la plataforma social más popular en muchos países, incluido México, que celebra sus elecciones generales el 1 de julio, con más de 10.000 candidatos postulando para puestos generales y locales.
Verificado 2018, una iniciativa colaborativa de cobertura y verificación electoral liderada por Animal Político, AJ+ Español y Pop-Up Newsroom, está tratando de intervenir en la difusión de noticias falsas vía WhatsApp, y está teniendo cierto éxito. La misión de Verificado es ambiciosa; se lanzó en marzo y tiene socios en 28 de los 32 estados mexicanos. Chequea y produce contenido en múltiples plataformas sociales, no solo WhatsApp, pero me intrigó especialmente lo que está haciendo allí.
“No queremos invadir. Entendemos que WhatsApp no es como Twitter o Facebook; lo consideramos un espacio privado para que los usuarios interactúen con familiares y amigos”, dice Diana Larrea Maccise, editora de contenido en el Al Jazeera Media Institute. “Así, en lugar de usar otros medios para difundir nuestras verificaciones, optamos por una relación individual”. Verificado tiene una línea de WhatsApp donde los usuarios pueden enviar información que quieran chequear, y les responde a esos usuarios de manera individual. “No utilizamos nuestra lista de difusión para difundir la información que desacreditamos a personas que no están investigando al respecto”, explica.
Sin embargo, para que sus verificaciones lleguen a más personas, Verificado las presenta en sus estados de WhatsApp, “con un promedio diario de 10 estados diferentes, de modo que las personas que estén suscritas a nuestra línea vean nuestros chequeos”, explica Maccise. Los usuarios pueden compartir directamente esos estados en sus propias redes. Cada desacreditación –Verificado se refiere a ellas como “vertificados”, una combinación de “vertical” y “verificar”– consiste en la imagen viral, con viñetas que señalan por qué esa afirmación es verdadera o falsa.
Si bien el proceso es bastante individualizado, está escalando. La línea de WhatsApp de Verificado se lanzó oficialmente el 18 de mayo; dos semanas después, 4.800 personas ya estaban suscriptas y ha recibido la nada desestimable cantidad de 18.500 mensajes, de los que han respondido 13.800 (Maccise advierte que por “mensajes” se refieren aquí a interacciones: solicitudes para verificar contenidos, así como cualquier otro tipo de mensaje, como un saludo. Pero Verificado planea filtrar las solicitudes puntuales de verificación en un informe que publicará después de las elecciones). Cada uno de sus estados con chequeos ha obtenido aproximadamente 1.000 vistas (aunque probablemente sean más, ya que los usuarios que deshabilitan la función de recepción de lectura no se cuentan en los análisis de WhatsApp). Y todo esto lo manejan solo cuatro personas de Verificado.
¿Qué tipo de información es pasible de ser verificada?
Maccise cuenta que en su mayoría se trata de imágenes y explica que, por lo general, es imposible saber dónde se origina cada información falsa: “no sabemos si comenzó en una cuenta de WhatsApp con alguien que hizo un meme, lo circuló dentro de WhatsApp y luego saltó a Facebook o Twitter, o si fue al revés… Ese es un gran desafío, no solo para nosotros, sino para todos los periodistas que intentan comprender cómo se difunde la desinformación”.
Puedes sumar Verificado a WhatsApp: 55-1245-5032, y seguirlos en Facebook y Twitter.
Este post fue publicado originalmente en NiemanLab