“Deja de vender Clarín o te rompemos todo”, frases de este estilo formaron parte de las constantes presiones y amenazas que recibieron los vendedores de los dos puestos de diarios ubicados en el predio del Mercado Central. El malestar, que comenzó con una nota publicada en el mencionado matutino el día 4 de julio titulada “El Mercado Central sucio y en estado de abandono”, llegó a su clímax cuando el 13 de julio, de manera inesperada y abrupta, ambos puestos fueron clausurados.

Según figuraba en el acta de clausura los puestos “No cumplían con las normas de Mercado Central”, pero dicha documentación no especificaba cuáles eran esas normas incumplidas. Al día siguiente los puestos reabrieron pero condicionados a no vender publicaciones del Grupo Clarín.

En diálogo con Fopea, el secretario de prensa del Sindicato de Vendedores de Diarios y Revistas de la Ciudad Autónoma de Buenos Aires y Provincia de Buenos Aires (SIVENDIA), Martín Vargas, aseguró que el sindicato no iba a avalar algo así y agregó que en las negociaciones realizadas con las autoridades del Mercado Central se había acordado reabrir los puestos sin ningún tipo de condicionamientos.

Sin embargo, el encargado de prensa del Mercado, Gastón Laigle, reconoció que la clausura de los puestos de diarios estuvo relacionada a la “campaña de desprestigio” que Clarín venía haciendo a través de sus notas. En reiteradas oportunidades personal del Mercado Central había advertido a los quiosqueros que no vendieran este diario para preservar su seguridad, debido al “clima de malestar” que se había generado dentro de la comunidad del Mercado. Pero ante la negativa de los vendedores, se decidió clausurar los puestos aprovechando que los permisos de habilitación eran precarios y no tendrían firmados los contratos definitivos que todos los puestos deben mantener con el Mercado.

Fopea también se comunicó con Omar Plaini, diputado nacional y secretario general del SIVENDIA, quien confirmó que la clausura se debió a la nota publicada por el mencionado matutino pero aseguró que la situación se había normalizado.

Sin embargo, el periodista del diario Clarín, Martín Bidegaray, informó a Fopea que una persona intentó comprar Clarín y Olé en el puesto de la entrada del Mercado Central pero el vendedor le manifestó que no podía vender ninguna publicación de Clarín: “Hay algunos problemas, estuvo saliendo algo en el diario, no sé si estás al tanto”.

Por otra parte, según un artículo publicado en Clarín (http://www.clarin.com/politica/Obligan-empleados-Mercado-Central-Clarin_0_535746513.html), los empleados del Mercado Central tendrían que usar una gorra con la leyenda “Clarín Miente”.

Acción de Fopea: Investigó el caso