El periodista Pablo Romero, del diario catamarqueño El Ancasti, fue agredido por Cristian Guzmán, secretario general y Ricardo Vera, secretario de Cultura, funcionarios de la municipalidad de Bañado de Ovanta, Departamento de Santa Rosa, cuando cubría la segunda y consecutiva frustrada sesión del Concejo Deliberante local.

Según declaró la víctima, los funcionarios lo amenazaron, insultaron y hasta lo escupieron. Vera interceptó al cronista y le dijo:”escribí bien; fijate bien lo que vas a poner en el diario porque no volvés más por acá”, para después insultarlo, reclamándole por una nota que no fue publicada en el mismo diario. Guzmán, Vera y otros tres hombres más, intentaron arrebatarle el anotador y un colaborador le escupió.

Todas las agresiones fueron vistas por la Policía, que se mantuvo inactiva. Un camarógrafo de un medio nacional y colegas capitalinos sacaron a Romero de la encerrona. Por otra parte, otros periodistas de la capital fueron asediados por seguidores del intendente de Bañado de Ovanta, Elpidio Guaráz, que pretendían influir en el contenido de las crónicas del hecho.

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