Fue mientras realizaban sus tareas periodísticas en una finca de la localidad de Los Corralitos, en el departamento mendocino de Guaymallén.
Luego, Isgró llamó a su hijo, quien golpeó a los periodistas con un fierro en las piernas y en los brazos, los obligó a desnudarse, les quitó los teléfonos celulares (que no aparecieron) y los volvió a encerrar en medio de más insultos y amenazas. Además disparó tres tiros, uno de los cuales destrozó la cámara de Zalazar. Antes de eso, Chabert pudo avisar a un colega por teléfono, y eso facilitó la llegada de la policía, que los liberó a los pocos minutos. Chabert dijo que él y su compañero se encuentran bien, a pesar de los golpes y el miedo que sintieron en todo momento de que les dispararan. Los agresores están detenidos, a disposición de la fiscal de Delitos Complejos, Claudia Ríos, quien está evaluando los hechos para caratular la causa.
Acción de Fopea: Investigó el caso y se pronunció públicamente